Lugares emblemáticos

Jorge
Lugares emblemáticos

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Un fin de semana a la mexicana. Vivir la cultura y la tradición de nuestro país no significa a resignarse a situaciones aburridas o carentes de chispa. Afortunada mente Mexico tiene una vibra llena de fiesta y sabor que se puede vivir en diferentes experiencias que te mantienen cerca a su esencia y al mismo tiempo te puedes seguir divirtiendo. Y, solo para seguir con las buenas noticias, la realidad es que si estás en guadalajara es muy fácil de disfrutar de estas experiencias, ya que además este es de los grandes orígenes de la iconografía mexicana. Visitar el Centro Histórico de Guadalajara permite contemplar algunas de las más antiguas edificaciones de la ciudad, pasear por ahí te permitirá descubrir y sentir lo que los antiguos habitantes vivieron, y ahora que la Avenida Alcalde se ha vuelto peatonal, es posible disfrutar de un andador moderno, con la obra de José Fors, mientras que disfrutas de lo tradicional del centro.
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Centro Historico, Guadalajara
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Un fin de semana a la mexicana. Vivir la cultura y la tradición de nuestro país no significa a resignarse a situaciones aburridas o carentes de chispa. Afortunada mente Mexico tiene una vibra llena de fiesta y sabor que se puede vivir en diferentes experiencias que te mantienen cerca a su esencia y al mismo tiempo te puedes seguir divirtiendo. Y, solo para seguir con las buenas noticias, la realidad es que si estás en guadalajara es muy fácil de disfrutar de estas experiencias, ya que además este es de los grandes orígenes de la iconografía mexicana. Visitar el Centro Histórico de Guadalajara permite contemplar algunas de las más antiguas edificaciones de la ciudad, pasear por ahí te permitirá descubrir y sentir lo que los antiguos habitantes vivieron, y ahora que la Avenida Alcalde se ha vuelto peatonal, es posible disfrutar de un andador moderno, con la obra de José Fors, mientras que disfrutas de lo tradicional del centro.

Turismo religioso

La existencia de una localidad prehispánica llamada Tzapopan ubicada en la actual cabecera municipal es muy discutida por diversos historiadores, ya que la localidad nunca fue mencionada en documentos de la época, a diferencia de otras localidades del ahora municipio y de municipios aledaños a este. Lo que pone en duda la existencia de Tzapopan. Sin embargo, para algunos expertos; la historia de Zapopan comenzó durante los años 1160 a 1325, cuando una gran cantidad de zapotecas, nahuas y mayas, llegaron al actual territorio de Zapopan cerca del actual arroyo Profundo, estos grupo venían del sur. Los habitantes, al paso de los años, fueron mezclándose con otras tribus, como los aztecas que se dirigían al Valle de México; sin embargo, los tecuexes fueron los que dominaron el terreno con el paso del tiempo. Tzapopan fue fundado por los aztecas y los tecuexes, desde sus principios fue una ciudad religiosa que contaba con adoratorios y santuarios al dios sol,y al dios Teopiltzintli. La dieta de los habitantes se basaba en maíz, frijol y frutas, además se dedicaron a la caza y a la pesca. Tzapopan era una ciudad con una población numerosa; pese a esto, las constantes guerras con otras tribus nómadas causaron una decadencia de la ciudad hasta verla convertida en un asentamiento de muy poca importancia, sometido al señorío de Atemejac que dependía del Hueytlatoanazgo de Tonalá, convirtiéndolo en un pueblo insignificante y de poca importancia a la llegada de los españoles.
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Zapopan
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La existencia de una localidad prehispánica llamada Tzapopan ubicada en la actual cabecera municipal es muy discutida por diversos historiadores, ya que la localidad nunca fue mencionada en documentos de la época, a diferencia de otras localidades del ahora municipio y de municipios aledaños a este. Lo que pone en duda la existencia de Tzapopan. Sin embargo, para algunos expertos; la historia de Zapopan comenzó durante los años 1160 a 1325, cuando una gran cantidad de zapotecas, nahuas y mayas, llegaron al actual territorio de Zapopan cerca del actual arroyo Profundo, estos grupo venían del sur. Los habitantes, al paso de los años, fueron mezclándose con otras tribus, como los aztecas que se dirigían al Valle de México; sin embargo, los tecuexes fueron los que dominaron el terreno con el paso del tiempo. Tzapopan fue fundado por los aztecas y los tecuexes, desde sus principios fue una ciudad religiosa que contaba con adoratorios y santuarios al dios sol,y al dios Teopiltzintli. La dieta de los habitantes se basaba en maíz, frijol y frutas, además se dedicaron a la caza y a la pesca. Tzapopan era una ciudad con una población numerosa; pese a esto, las constantes guerras con otras tribus nómadas causaron una decadencia de la ciudad hasta verla convertida en un asentamiento de muy poca importancia, sometido al señorío de Atemejac que dependía del Hueytlatoanazgo de Tonalá, convirtiéndolo en un pueblo insignificante y de poca importancia a la llegada de los españoles.

Chapala rinconcito de amor

Chapala es una ciudad mexicana ubicada en el estado de Jalisco, se encuentra a solo 40 minutos de guadalajara. Su principal atracción, y por la cual lleva su nombre, es El Lago de Chapala. Otros: Paseos en lancha por el Lago con destino a la Isla de Mezcala y/o Isla de los Alacranes. en la isla de mezcala encontrarás uno de los fuertes militares más importantes de Mexico de echo el único en su tipo en el estado de Jalisco, un edificio emblemático por su historia en la guerra de independencia.Paseos a caballo por el municipio, teniendo como recorrido el Parque de la Cristiania, Acapulquito (Zona Restaurantera popular), el Faro, el Malecón, la Iglesia de San Francisco, etc. La exclusiva población aledaña de Ajijic, donde encontrara restaurantes especializados tales como La Mezcalería Ajijic, The 4, El tango, Los Telares, La Nueva Posada, Cuatro di Mori, Hacienda Ajijic, así como un tradicional restaurante de comida Alemana Johanna's German Restaurant ubicado en la avenida principal de La Floresta o las tradicionales donas estilo Americano. Le recomendamos que no deje de probar los tradicionales dulces de Chapala en los que destacan los de sabor tamarindo, de leche, jamaica, arrayán y limón (los encontrara a la venta en pequeñas mesas apostadas a los costados de La Floresta o en el Centro de Chapala) Otra zona popular de restaurantes está ubicada en La Piedra Barrenada en la población de San Juan Cosalá, donde encontrara principalmente mariscos en sencillos restaurantes que están a la orilla del lago. Ajijic es una población del municipio de Chapala ubicado en los alrededores del lago de Chapala en el estado de Jalisco, México. La historia de Ajijic comienza mucho tiempo antes de la conquista española, cuando tribus descendientes de los nahuatls se establecieron en las orillas del Lago de Chapala. Se dice que el primer indígena nahuatl surgió de cenizas en la Isla de Mezcala, y es por este suceso que el Lago es uno de los 4 puntos cardinales en la mitología nahuatl. En la lengua Nahuatl, Axixic significa ¨Lugar donde brota el agua¨ ó ¨Lugar donde salpica el agua¨. Ajijic como asentamiento español, fue fundado en 1531 y es una de las villas más antiguas de México. La conquista de esta área, en ese entonces conocido como Mar Chapalteco, estuvo en manos del caballero Alonso Dávalos, y al mismo tiempo la conversión de los nativos a la Cristiandad por el padre Fray Martín de Jesús, quien aquí estableció el segundo convento más antiguo en el occidente de la Nueva España, en honor a San Francisco de Asís, el cual años más tarde cambió, dando al convento el nombre de San Andrés de Axixic, quien es nuestro santo patrón hasta el día de ahora. Las calles empedradas, la parroquia, la capilla y ya pocas residencias, datan a la influencia española, pero no fue hasta 1930 a 1940 cuando esta villa de pescadores se convierte en un imán para extranjeros, siendo una de las primeras la Srta. Ayenara Zara Alexeyewa, apodada cariñosamente ¨La Rusa¨, quien fue una famosa intérprete del ballet clásico ruso, ella hizo de Ajijic su residencia permanente, junto con otros quienes siguieron sus pasos. Porque dedicó su vida a Ajijic y la Ribera, denominamos nuestro prestigioso restaurante "La Rusa" en su honor. Hoy en día residen al rededor de 10,000 extranjeros
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Chapala
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Chapala es una ciudad mexicana ubicada en el estado de Jalisco, se encuentra a solo 40 minutos de guadalajara. Su principal atracción, y por la cual lleva su nombre, es El Lago de Chapala. Otros: Paseos en lancha por el Lago con destino a la Isla de Mezcala y/o Isla de los Alacranes. en la isla de mezcala encontrarás uno de los fuertes militares más importantes de Mexico de echo el único en su tipo en el estado de Jalisco, un edificio emblemático por su historia en la guerra de independencia.Paseos a caballo por el municipio, teniendo como recorrido el Parque de la Cristiania, Acapulquito (Zona Restaurantera popular), el Faro, el Malecón, la Iglesia de San Francisco, etc. La exclusiva población aledaña de Ajijic, donde encontrara restaurantes especializados tales como La Mezcalería Ajijic, The 4, El tango, Los Telares, La Nueva Posada, Cuatro di Mori, Hacienda Ajijic, así como un tradicional restaurante de comida Alemana Johanna's German Restaurant ubicado en la avenida principal de La Floresta o las tradicionales donas estilo Americano. Le recomendamos que no deje de probar los tradicionales dulces de Chapala en los que destacan los de sabor tamarindo, de leche, jamaica, arrayán y limón (los encontrara a la venta en pequeñas mesas apostadas a los costados de La Floresta o en el Centro de Chapala) Otra zona popular de restaurantes está ubicada en La Piedra Barrenada en la población de San Juan Cosalá, donde encontrara principalmente mariscos en sencillos restaurantes que están a la orilla del lago. Ajijic es una población del municipio de Chapala ubicado en los alrededores del lago de Chapala en el estado de Jalisco, México. La historia de Ajijic comienza mucho tiempo antes de la conquista española, cuando tribus descendientes de los nahuatls se establecieron en las orillas del Lago de Chapala. Se dice que el primer indígena nahuatl surgió de cenizas en la Isla de Mezcala, y es por este suceso que el Lago es uno de los 4 puntos cardinales en la mitología nahuatl. En la lengua Nahuatl, Axixic significa ¨Lugar donde brota el agua¨ ó ¨Lugar donde salpica el agua¨. Ajijic como asentamiento español, fue fundado en 1531 y es una de las villas más antiguas de México. La conquista de esta área, en ese entonces conocido como Mar Chapalteco, estuvo en manos del caballero Alonso Dávalos, y al mismo tiempo la conversión de los nativos a la Cristiandad por el padre Fray Martín de Jesús, quien aquí estableció el segundo convento más antiguo en el occidente de la Nueva España, en honor a San Francisco de Asís, el cual años más tarde cambió, dando al convento el nombre de San Andrés de Axixic, quien es nuestro santo patrón hasta el día de ahora. Las calles empedradas, la parroquia, la capilla y ya pocas residencias, datan a la influencia española, pero no fue hasta 1930 a 1940 cuando esta villa de pescadores se convierte en un imán para extranjeros, siendo una de las primeras la Srta. Ayenara Zara Alexeyewa, apodada cariñosamente ¨La Rusa¨, quien fue una famosa intérprete del ballet clásico ruso, ella hizo de Ajijic su residencia permanente, junto con otros quienes siguieron sus pasos. Porque dedicó su vida a Ajijic y la Ribera, denominamos nuestro prestigioso restaurante "La Rusa" en su honor. Hoy en día residen al rededor de 10,000 extranjeros

Historia viva de nuestra guerra de independencia

- Muchos de los paseantes domingueros que visitan el Lago de Chapala para descansar del ajetreo citadino, no saben qué hay más allá de su malecón. Uno de esos secretos bien guardados es la Isla de Mezcala, un prodigioso terruño de 20 hectáreas lleno de historia viva, que además ofrece las vistas más sorprendentes al espejo de agua gris. Fundada alrededor de 1280, alguna vez fue un centro de culto de gran importancia para las civilizaciones prehispánicas originarias de Jalisco. También conocida como la Isla del Presidio, se localiza en la Ribera Norte del Lago de Chapala y se llega a ella por la Carretera a Chapala tras pasar por otros poblados ribereños como Tlachichilco del Carmen, San Juan Tecomatlán, San Nicolás y Ojo de Agua. La isla pertenece a la localidad denominada Mezcala de la Asunción, del municipio de Poncitlán, donde habita una comunidad de indígenas coca, en su mayoría pescadores y artesanos textiles. También hay algunos talleres de huaraches. Desde el poblado salen lanchas para conocer ese trozo de tierra rodeado de agua dulce. De las huellas de su grandeza precolombina, quedaron testimonios palpables como puntas de obsidiana, ornamentos, tumbas de tiro, piezas cerámicas de la tradición Teuchitlán (Guachimontones), del tipo Ixtépete (periodo clásico del 200 al 700 d.C.) y de la tradición de Aztlán (850 al 1350 d.C.). Pero su historia más reciente nos lleva apenas unos 200 años atrás. En Mezcala se escribió uno de los capítulos más fascinantes de la Guerra de Independencia de México. Perseguidos tras la batalla de Puente de Calderón el 17 de enero de 1811, un grupo de insurgentes se instala en la isla para alzar una fortificación que resistió durante cuatro años los ataques de los realistas (1812-1816). En el sitio quedan restos de gruesas tapias, hechas a base de piedras acomodadas unas sobre otras, que constituyeron las tenerías, graneros, obrajes, corrales, así como las galerías dormitorio para los soldados, las cocinas y, fundamentalmente, los pasos de ronda donde los insurgentes vigilaban lo que sucedía en lontananza. No fueron las armas las que doblegaron a los rebeldes. La resistencia acaeció por culpa de una epidemia de tifo esparcida entre la población. Cuando las fuerzas de la Corona Española se percatan de que no pueden vencerlos por vía de la fuerza, deciden extinguir cualquier fuente cercana de abastecimiento de comida, medicinas y productos de higiene. Aquello provocó que proliferara la enfermedad y a la postre, los insurgentes se rindieron. Para que nadie olvidara lo ocurrido, Don José de la Cruz, intendente de la Nueva Galicia, conocido por su crueldad y métodos sanguinarios a la hora de combatir, ordenó en 1817 la instalación de un presidio que impediría a los rebeldes recuperar la isla. Así, se construyó una nueva fortificación compuesta por un foso, puentes levadizos, troneras, plaza, taludes, campos de tiro, entre otros elementos, de la que aún quedan sus ruinas. Es la única estructura de arquitectura militar que sobrevive en Jalisco. Con el paso del tiempo, esta historia fue quedando en el olvido. Pero desde 2005, el Gobierno del Estado emprendió una rehabilitación integral de la isla que concluyó apenas el año pasado. El objetivo era detonar su potencial turístico, y la principal intervención consistió en el rescate de las ruinas de la fortificación ahora conocida como Casa Fuerte para convertirla en un museo. En tierra firme Además de su isla, Mezcala tiene mucho que ofrecer a los visitantes curiosos, foráneos o locales. En el corazón del poblado, vale la pena conocer una obra arquitectónica de tipo religioso que data de 1703, la Iglesia de la Asunción, dedicada a la Virgen del mismo nombre, con su fachada blanca y sus dos torres de ladrillo. También se puede practicar el senderismo en los cerros Punta Grande y El Venado. Lo que definitivamente no puede quedar fuera, es una visita a la famosa “Cueva del Toro”, donde hay pinturas rupestres y petroglifos que por siglos se han conservado sobre un enorme peñasco. TOMAR NOTA ¿Cómo llegar? Desde la Zona Metropolitana de Guadalajara hay que tomar la Carretera a Chapala hasta llegar a la cabecera municipal. Luego, recorrer la vía González Gallo por unos 22 kilómetros. El trayecto de Chapala a Mezcala dura poco menos de 30 minutos.
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Mezcala Island
Isla del Presidió
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- Muchos de los paseantes domingueros que visitan el Lago de Chapala para descansar del ajetreo citadino, no saben qué hay más allá de su malecón. Uno de esos secretos bien guardados es la Isla de Mezcala, un prodigioso terruño de 20 hectáreas lleno de historia viva, que además ofrece las vistas más sorprendentes al espejo de agua gris. Fundada alrededor de 1280, alguna vez fue un centro de culto de gran importancia para las civilizaciones prehispánicas originarias de Jalisco. También conocida como la Isla del Presidio, se localiza en la Ribera Norte del Lago de Chapala y se llega a ella por la Carretera a Chapala tras pasar por otros poblados ribereños como Tlachichilco del Carmen, San Juan Tecomatlán, San Nicolás y Ojo de Agua. La isla pertenece a la localidad denominada Mezcala de la Asunción, del municipio de Poncitlán, donde habita una comunidad de indígenas coca, en su mayoría pescadores y artesanos textiles. También hay algunos talleres de huaraches. Desde el poblado salen lanchas para conocer ese trozo de tierra rodeado de agua dulce. De las huellas de su grandeza precolombina, quedaron testimonios palpables como puntas de obsidiana, ornamentos, tumbas de tiro, piezas cerámicas de la tradición Teuchitlán (Guachimontones), del tipo Ixtépete (periodo clásico del 200 al 700 d.C.) y de la tradición de Aztlán (850 al 1350 d.C.). Pero su historia más reciente nos lleva apenas unos 200 años atrás. En Mezcala se escribió uno de los capítulos más fascinantes de la Guerra de Independencia de México. Perseguidos tras la batalla de Puente de Calderón el 17 de enero de 1811, un grupo de insurgentes se instala en la isla para alzar una fortificación que resistió durante cuatro años los ataques de los realistas (1812-1816). En el sitio quedan restos de gruesas tapias, hechas a base de piedras acomodadas unas sobre otras, que constituyeron las tenerías, graneros, obrajes, corrales, así como las galerías dormitorio para los soldados, las cocinas y, fundamentalmente, los pasos de ronda donde los insurgentes vigilaban lo que sucedía en lontananza. No fueron las armas las que doblegaron a los rebeldes. La resistencia acaeció por culpa de una epidemia de tifo esparcida entre la población. Cuando las fuerzas de la Corona Española se percatan de que no pueden vencerlos por vía de la fuerza, deciden extinguir cualquier fuente cercana de abastecimiento de comida, medicinas y productos de higiene. Aquello provocó que proliferara la enfermedad y a la postre, los insurgentes se rindieron. Para que nadie olvidara lo ocurrido, Don José de la Cruz, intendente de la Nueva Galicia, conocido por su crueldad y métodos sanguinarios a la hora de combatir, ordenó en 1817 la instalación de un presidio que impediría a los rebeldes recuperar la isla. Así, se construyó una nueva fortificación compuesta por un foso, puentes levadizos, troneras, plaza, taludes, campos de tiro, entre otros elementos, de la que aún quedan sus ruinas. Es la única estructura de arquitectura militar que sobrevive en Jalisco. Con el paso del tiempo, esta historia fue quedando en el olvido. Pero desde 2005, el Gobierno del Estado emprendió una rehabilitación integral de la isla que concluyó apenas el año pasado. El objetivo era detonar su potencial turístico, y la principal intervención consistió en el rescate de las ruinas de la fortificación ahora conocida como Casa Fuerte para convertirla en un museo. En tierra firme Además de su isla, Mezcala tiene mucho que ofrecer a los visitantes curiosos, foráneos o locales. En el corazón del poblado, vale la pena conocer una obra arquitectónica de tipo religioso que data de 1703, la Iglesia de la Asunción, dedicada a la Virgen del mismo nombre, con su fachada blanca y sus dos torres de ladrillo. También se puede practicar el senderismo en los cerros Punta Grande y El Venado. Lo que definitivamente no puede quedar fuera, es una visita a la famosa “Cueva del Toro”, donde hay pinturas rupestres y petroglifos que por siglos se han conservado sobre un enorme peñasco. TOMAR NOTA ¿Cómo llegar? Desde la Zona Metropolitana de Guadalajara hay que tomar la Carretera a Chapala hasta llegar a la cabecera municipal. Luego, recorrer la vía González Gallo por unos 22 kilómetros. El trayecto de Chapala a Mezcala dura poco menos de 30 minutos.

Tequilita pueblo mágico

Con estatus de «pueblo mágico», Tequila es conocido por darle su nombre al tequila, al ser uno de los territorios donde este se produce. Sus primitivos pobladores fueron chichimecas, otomíes, toltecas y nahuatlacas. El poblado estuvo en un principio asentado en un lugar que se llamó Teochichán o Techinchán: lugar del dios todopoderoso o donde abundan los lazos y trampas. Los pobladores originales del territorio que ahora se conoce como Tequila, eran de las etnias chichimeca y otomí. La región fue anexada a la Nueva Galicia por Cristóbal de Oñate en 1530. Los habitantes locales levantaron defensas alrededor del cerro de Teochtinchán, pero el asedio fue de corta duración pues finalmente decidieron rendirse pacíficamente. El poblado de Santiago de Tequila fue fundado el 15 de abril de 1530 por franciscanos bajo las órdenes de fray Juan Calero, trayendo para ello a indígenas del cerro del Chiquihuitillo. Pese a los inicios pacíficos del poblado, en 1541 en una revuelta de varios poblados incluyendo a Tequila, varios de los frailes fueron ejecutados incluyendo a fray Juan Calero (fundador del municipio). En octubre. En 1600, Pedro Sánchez de Tagle crea la primera destilería de bebida de agave, el cual ya se consumía anteriormente pero sin destilar, creando con ello la primera fábrica de tequila propiamente dicha. A principios del siglo XIX, los gobernadores de la Nueva Galicia, José Fernando de Abascal y Sousa y Rogelio Rea de Aragón, sofocaron una revuelta en Tequila, y fueron promovidos a virrey del Perú. Poco después de la obtención de la independencia, el 27 de marzo de 1824 Tequila fue nombrado cabecera de uno de los 26 departamentos en que se dividió originalmente el estado de Jalisco, dándosele también el título de villa.
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Tequila
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Con estatus de «pueblo mágico», Tequila es conocido por darle su nombre al tequila, al ser uno de los territorios donde este se produce. Sus primitivos pobladores fueron chichimecas, otomíes, toltecas y nahuatlacas. El poblado estuvo en un principio asentado en un lugar que se llamó Teochichán o Techinchán: lugar del dios todopoderoso o donde abundan los lazos y trampas. Los pobladores originales del territorio que ahora se conoce como Tequila, eran de las etnias chichimeca y otomí. La región fue anexada a la Nueva Galicia por Cristóbal de Oñate en 1530. Los habitantes locales levantaron defensas alrededor del cerro de Teochtinchán, pero el asedio fue de corta duración pues finalmente decidieron rendirse pacíficamente. El poblado de Santiago de Tequila fue fundado el 15 de abril de 1530 por franciscanos bajo las órdenes de fray Juan Calero, trayendo para ello a indígenas del cerro del Chiquihuitillo. Pese a los inicios pacíficos del poblado, en 1541 en una revuelta de varios poblados incluyendo a Tequila, varios de los frailes fueron ejecutados incluyendo a fray Juan Calero (fundador del municipio). En octubre. En 1600, Pedro Sánchez de Tagle crea la primera destilería de bebida de agave, el cual ya se consumía anteriormente pero sin destilar, creando con ello la primera fábrica de tequila propiamente dicha. A principios del siglo XIX, los gobernadores de la Nueva Galicia, José Fernando de Abascal y Sousa y Rogelio Rea de Aragón, sofocaron una revuelta en Tequila, y fueron promovidos a virrey del Perú. Poco después de la obtención de la independencia, el 27 de marzo de 1824 Tequila fue nombrado cabecera de uno de los 26 departamentos en que se dividió originalmente el estado de Jalisco, dándosele también el título de villa.

Artesanía a la mexicana

Fundada por indígenas tecuexes, Tonalá (antes llamada Tonalla) fue el mayor de los señoríos tecuexes conocidos. A la llegada de los españoles en el Señorío de Tonalá gobernaba la cacica Tzapotzintli, conocida como Tzuapili o Cihualpilli. Nuño de Guzmán, conquistador oficial de Tonalá, entró a tierras tonaltecas el 15 de marzo de 1530, recibido con obsequios y gran festejo. Los locales entonces se volvieron inconformes ante la posesión española e iniciaron una campaña que no tuvo éxito. Durante la dominación española, Tonallán fue nombrada Provincia del Reino de Nueva Galicia con el nombre de Santiago Tonalá. Fue hasta 1824, después de la independencia de México, que fue renombrada como Tonalá. Aquí se encuentra el Museo Nacional de la Cerámica y el Cerro de la Reina, el cual es famoso gracias a que se dice que bajo su aspecto de loma se oculta una pirámide de la antigua civilización.
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Tonalá
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Fundada por indígenas tecuexes, Tonalá (antes llamada Tonalla) fue el mayor de los señoríos tecuexes conocidos. A la llegada de los españoles en el Señorío de Tonalá gobernaba la cacica Tzapotzintli, conocida como Tzuapili o Cihualpilli. Nuño de Guzmán, conquistador oficial de Tonalá, entró a tierras tonaltecas el 15 de marzo de 1530, recibido con obsequios y gran festejo. Los locales entonces se volvieron inconformes ante la posesión española e iniciaron una campaña que no tuvo éxito. Durante la dominación española, Tonallán fue nombrada Provincia del Reino de Nueva Galicia con el nombre de Santiago Tonalá. Fue hasta 1824, después de la independencia de México, que fue renombrada como Tonalá. Aquí se encuentra el Museo Nacional de la Cerámica y el Cerro de la Reina, el cual es famoso gracias a que se dice que bajo su aspecto de loma se oculta una pirámide de la antigua civilización.

Disfruta de la naturaleza

Mazamitla fue fundado por los aztecas en 1165. Pertenecía al señorío de Tzapotlán y rendían tributo al cacique de Tamazollan; en 1481 fue invadido por los purépechas para apoderarse de la Laguna de Sayula; los purépechas, estuvieron dominando pocos años hasta que fueron derrotados al final de la Guerra del Salitre en 1510. Este lugar fue descubierto y conquistado por el Cristóbal de Olid en unión de Juan Rodríguez de Villafuerte, a principios del año de 1522, al ser enviado por Hernán Cortés a explorar la región del occidente de México. Y por cédula de Carlos V, rey de España, a Antonio de Mendoza, virrey de la Nueva España, un 30 de marzo de 1537 se delimitó el territorio y fue nombrado San Cristóbal Mazamitla. Al quedar conquistado el señorío de Tzapotlán con los pueblos que le pertenecían, automáticamente se le adjudicó a Hernán Cortés en calidad de encomienda y nombró a Antón Salcedo encomendero. Al ser nombrado presidente de la Real Audiencia de México, Nuño Beltrán de Guzmán quitó a Cortés de estas encomiendas. Se dice que Miguel Hidalgo, cuando estuvo allí de párroco interno, celebró una misa en Palos Gordos. Le sirvió de altar el tronco de un roble, que se guarda como reliquia. En la cuesta del Zapatero se enfrentaron los insurgentes y los realistas en 1812. A aquellos los comandaba Francisco Echeverría, quien a pesar de haber salido victorioso resultó gravemente herido, y murió en Mazamitla. Durante la Intervención Francesa, los invasores quemaron los archivos. Desde 1825 perteneció al 4° cantón de Sayula hasta 1878, cuando pasó a formar parte del 9° cantón de Ciudad Guzmán. El 19 de abril de 1894 fue erigido en municipio por decreto del congreso del estado.
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Mazamitla
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Mazamitla fue fundado por los aztecas en 1165. Pertenecía al señorío de Tzapotlán y rendían tributo al cacique de Tamazollan; en 1481 fue invadido por los purépechas para apoderarse de la Laguna de Sayula; los purépechas, estuvieron dominando pocos años hasta que fueron derrotados al final de la Guerra del Salitre en 1510. Este lugar fue descubierto y conquistado por el Cristóbal de Olid en unión de Juan Rodríguez de Villafuerte, a principios del año de 1522, al ser enviado por Hernán Cortés a explorar la región del occidente de México. Y por cédula de Carlos V, rey de España, a Antonio de Mendoza, virrey de la Nueva España, un 30 de marzo de 1537 se delimitó el territorio y fue nombrado San Cristóbal Mazamitla. Al quedar conquistado el señorío de Tzapotlán con los pueblos que le pertenecían, automáticamente se le adjudicó a Hernán Cortés en calidad de encomienda y nombró a Antón Salcedo encomendero. Al ser nombrado presidente de la Real Audiencia de México, Nuño Beltrán de Guzmán quitó a Cortés de estas encomiendas. Se dice que Miguel Hidalgo, cuando estuvo allí de párroco interno, celebró una misa en Palos Gordos. Le sirvió de altar el tronco de un roble, que se guarda como reliquia. En la cuesta del Zapatero se enfrentaron los insurgentes y los realistas en 1812. A aquellos los comandaba Francisco Echeverría, quien a pesar de haber salido victorioso resultó gravemente herido, y murió en Mazamitla. Durante la Intervención Francesa, los invasores quemaron los archivos. Desde 1825 perteneció al 4° cantón de Sayula hasta 1878, cuando pasó a formar parte del 9° cantón de Ciudad Guzmán. El 19 de abril de 1894 fue erigido en municipio por decreto del congreso del estado.